
Vemos, que lo más destacable de esta composición es la presentación en primer término de la figura de la muchacha que se va a bañar en el río. Está ligeramente descentrada y apuntando hacia la izquierda y hacia abajo, movimiento que se compensa con la sombra de la vaca situada en la estrecha franja de arriba, y la dirección que define se cruza con la línea del terreno como dos diagonales opuestas formando una X en esta zona, de tal manera que se establece así un equilibrio en la zona superior del cuadro, entre la línea definida por la vaca, muy corta e intensa, y la definida por el terreno, más larga y atenuada.
A su vez, esta zona superior se enlaza, gracias a la línea del terreno, con la parte inferior, que es mucho más amplia y que se distribuye como una especie de flor o de estrella con rayos divergentes formando la vegetación y cuyo centro indiscutible es la bañista, protagonista del cuadro en cuanto a luminosidad en la zona central izquierda, y compensada en el lado derecho por otro foco de luz (aunque no tan intenso) constituído por las ropas de la chica.
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ResponderEliminarTodo ese juego de pesos visuales produce unas tensiones que aportan dinamismo a la imagen. El escorzo de la pose, la iluminación y toda esa maestria compositiva nos aproxima al instante posterior de lo que vemos, añade tiempo al espacio, profundamente realista, Millet
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